Desarrollo del racimo y despunte

Entramos en julio con nueva información sobre los trabajos que se realizan en la vid. Que una cosecha sea provechosa o no y, por lo tanto, consigamos unos vinos de una calidad adecuada, dependen en gran medida de estos trabajos. Hasta ahora no hemos hablado del desarrollo del racimo y despunte. ¡Sigue leyendo!

Desarrollo del racimo y despunte

La espergura realizada en mayo, nos habrá ayudado a mejorar este desarrollo del racimo y el despunte también será clave a la hora del crecimiento. El despunte no es más que el corte de las puntas de las yemas o sarmientos. Estas labores pueden ser manuales o mecanizadas en función del tipo de viña que tengamos. La espergura o poda en verde elimina los brotes y elige las mejores yemas para que el racimo sea lo mejor posible.

Se pueden realizar varios despuntes a lo largo de la temporada, previendo tanto el daño causado por el viento, cómo el paso de maquinaria pueda dañar los sarmientos que sobresalen de las calles. Con esto además adelantamos el desarrollo de nietos. Estos nietos son brotes no fértiles que nacen del sarmiento principal y que no aportan nada a la cosecha. Por ello, cuando alcanzan alrededor de 14 centímetros los eliminamos para que la cepa sea más accesible para la vendimia, además de que esta esté más sana.

Cómo sabéis ambos procesos, el desarrollo del racimo y despunte, son parte del ciclo de la vid. Este es un ciclo complejo que precisa del mimo, la atención y el cuidado de todo un grupo de personas que permite que cuando llega a nuestras manos, una botella sea lo que espera de ella. Blancos, tintos, espumosos, todos y cada uno de los vinos de los que disfrutamos tienen un enorme trabajo detrás y por ello, desde COMPRA TU VINO, queremos que cada día podáis conocer un poco más, sobre ellos.