La poda de la vid ¿Por qué es tan importante?

Poco a poco vamos conociendo los entresijos del ciclo vegetativo del viñedo. Así comprendemos mejor el proceso que siguen los profesionales viticultores para que cuando degustemos un vino, lo hagamos siendo conscientes del pequeño milagro que tenemos ante nosotros. Aunque ya hemos hablado anteriormente de los tipos de poda, hoy queremos hacer hincapié en la gran relevancia que tiene la poda de la vid en el conjunto anual.

Importancia de la poda de la vid

Esta poda cómo bien sabéis se realiza en el ciclo inactivo de nuestro viñedo. Aunque el clima, el terruño y diversos factores pueden alterar esta época, se establece que por lo general nos lleva desde Noviembre hasta Marzo. El primero de los motivos por los que es tan importante una buena poda es el control del crecimiento de la vid, ya que si lo hacemos del modo adecuado, conseguiremos que esta nos dé la cantidad de fruto que queremos con la calidad que necesitamos. El frío y la humedad son enemigos de una buena poda.

Ya que nuestro cultivo está en periodo de reposo, le cuesta menos recuperarse, y es crucial tener esto en cuenta, pues no olvidemos que no dejamos de estar dañando a la planta. Estos cortes al tronco o las ramas son daños que la planta debe asumir y subsanar, pero que agradecerá de cara a la siguiente temporada. En primavera la vid “renace” y la sabia que recorre la planta y asoma por esas incisiones y cortes dando lugar al lloro.

Gracias a este trabajo conseguimos que la planta centre su vigor natural en producir fruto y no en seguir creciendo. Además, encontramos el equilibrio entre vegetación y fruto y obtenemos racimos de mejor calidad que aportarán a nuestros vinos una excelencia difícil de igualar. Con el trabajo de poda podremos optimizar además la exposición solar de los racimos.

Y todo esto para que una vez más los mejores caldos lleguen a tu mesa, si quieres conocer nuestra selección, ya puedes navegar por nuestro menú, en el que podrás diferenciar por D.O. bodega, tipo, etc.