Vendimia de ciclo corto

Buenos días a todos y bienvenidos a un nuevo post en el que os seguiremos contando algunos de los factores más importantes que influyen a la hora de que vuestro vino preferido sea cómo es. Si hace algunas semanas os hablábamos de la recogida de la uva, hoy queremos tocar un tema un poco más preciso, la vendimia de ciclo corto.

Vendimia de ciclo corto

Cuando hablamos de vendimia de ciclo corto estamos hablando principalmente de las diferencias entre determinadas variedades de uva. Cómo en otras frutas algunos tipos brotan y maduran antes, y otras más tarde. Cómo su nombre indica las variedades de ciclo corto, ese tiempo es menor que en las que denominamos ciclo largo.

La acidez de la uva, y su frescura, viene dada entre otros motivos por la amplitud térmica. La amplitud térmica se refiere a la diferencia de temperatura entre el día y la noche. Esta oscilación no es la misma, obviamente, en agosto que en octubre, lo que afectará al tipo de producto final que obtendremos. Es importante destacar también que el momento de brotación también es importante y dependerá de la temperatura ambiente cuando llegue el lloro de la vid.

Factores que afectan al ciclo

Pero no solo la variedad influye en ese tiempo entre la brotación y la maduración. Hay que recordar que una misma variedad responderá de manera diferente en unas zonas que en otras. La altitud, la latitud y el clima son determinantes, y una uva cómo la Chardonnay que es considerada de las más tempraneras, puede oscilar hasta varios meses, entre el sur de España y zonas más septentrionales, por ejemplo.

Por ello es importante conocer que variedades son de ciclo corto o largo y así entender por qué unos vinos son más ácidos, o más dulces y cómo esa uva aporta un carácter determinado a los caldos de una zona concreta.